24 de marzo de 2013

Días de lluvia y llantos

Jesucristo Garcia by Extremoduro on Grooveshark

Hace años que llevo dándole vueltas a la opción de escribir unas líneas acerca de un tema y en una fecha concreta, pero cuando llega el momento siempre hasta ahora lo he desestimado por una u otra razón. Unas veces, la verdad, por mi conocida, al menos por mí, vaguera a la hora de ponerme a realizar una de las cosas que más me gusta hacer, escribir. Otras, la mayoría, por pudor, sensación de poder molestar a algunas personas y por respeto a esas mismas personas para que no se sintieran ofendidas por mis palabras. Pero ahora pienso: la opinión en libertad y expresada con educación y respeto no debería ofender a nadie y en caso de que alguien se sintiera incomodado puede expresar su descontento y su propia opinión con la misma educación y respeto. Con esta base y con una buena dosis de honestidad y solidaridad se solucionarían muchos conflictos en este mundo áspero donde vivimos.

Dicho esto entremos a matar saltándonos pases, banderillas y picadores. Se avecinan días de lluvias intermitentes. Días en los que no nos valen las previsiones meteorológicas a grandes rasgos de las noticias de las tres. Días de inexplicables alegrías y no menos inexplicables e irritantes lloros. Llegan días de lluvia y llantos.

Comienza la semana santa con la amenaza del agua a los tronos, imágenes e ilusiones de mucha gente. Gente que durante un año sueñan con procesionar junto a la imagen de la que son devotos para demostrarle su amor y sumisión. La misma agua que durante todo el año es bien recibida por su necesidad para la vida, es objetada y rechazada cuando se presenta inoportunamente antes o durante cualquier procesión. Y es entonces cuando comienza la tragedia. Mujeres vestidas de mantilla negra desconsoladas, niños llorando a lágrima viva, hombres con un nudo en la garganta. Todos extremadamente tristes y preguntando al cielo el por qué de tanta desgracia. Por qué se ceba la mala suerte con ellos. Por qué el mismo dios al que idolatran les niega la oportunidad de sacarlo a pasear por las calles luciendo sus mejores galas, mantos cubiertos de oro, artilugios en plata de ley. ¿Por qué la mala suerte se ceba con ellos si ellos le dan todo a su dios?



Quizá sea por eso. En las preguntas están las respuestas. En caso que exista un dios que nos vigila y nos quiere y nos protege y nos juzga, creo que no le gustaría nada ese tipo de acontecimientos tan pomposos y exagerados mientras sus fieles se olvidan del auténtico significado de estos días y de todos los demás del año. Y mucho menos que se llore por esa razón y después, las mismas personas, vean las noticias diarias repletas de injusticias en el mundo sin inmutarse absolutamente por nada.

Por eso por fin escribo estas lineas. Para manifestar mi opinión cada vez más sopesada que la semana santa no son más que unas fechas en las que hay unos días de fiesta laboral donde una de las muchas opciones para pasar el rato es ver las procesiones que una serie de cofradías organizan con un dinero que seguro que a su homenajeado le parecería excesivo en grado sumo.

“Y perdí la cuenta de las veces que te amé / Desquicié tu vida por ponerla junto a mí / Vomité mi alma en cada verso que te di / Olvidé, me quedan tantas cosas que decir…/… ¿Cuánto más necesito para ser Dios?”


Salud y Rock’n’Roll

Torremolinos, 24 de marzo de 2013

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