¿Qué es lo que nos pasa? ¿Qué nos está sucediendo? ¿Cómo es posible que nos preocupemos por cosas que en el fondo no tienen importancia y miremos para el lado opuesto a las que realmente sí la tienen? ¿Para qué existen palabras en los diccionarios si no se pueden decir ni siquiera como parte de un texto literario? ¿Es ofensivo utilizar la palabra “maricón” sin referirse a alguien en concreto, simplemente para intentar explicar una idea? ¿Es sexista usar la expresión “chicas gratis” cuando se compone una canción pretendiendo reflejar una realidad? ¿Es racista afirmar que alguien “toca los bongos como un chimpancé”?
Pues aunque parezca mentira, y ojalá lo fuese, si le hiciésemos estas tres últimas preguntas al gobierno de Canadá sus respuestas serían: “sí” a la primera cuestión, “claro” a la segunda y “por supuesto” a la tercera. Parece ser que en Canadá, y sospecho que cada vez en más lugares del mundo, tienen el oído un pelín desafinado y donde los demás hemos escuchado desde hace veinticinco años una estupenda canción con buena letra y mejor música, ellos oyen el sonido de la degeneración de la raza humana y la apología de los más bajos instintos personales. En muchas ocasiones el pecado no está en el que canta sino en el que escucha con las orejas sucias.
Una mañana abro mi virtual periódico de información musical y me encuentro con que la canción “Money for nothing” (que viene a significar “Dinero por nada”) del mítico grupo Dire Straits ha sido prohibida en las radios canadienses por considerarla “inaceptable” en base a las anteriores exposiciones. “Inaceptable” es el mejor adjetivo que se me ocurre en estos momentos, sin ánimo que llegar a las manos, para describir la actuación de unos tipos que se atreven a dictar normas de fe para el buen comportamiento del rebaño. Como nos parece ofensiva, sexista y racista, porque así nos hemos levantado esta mañana, pues la prohibimos y a esperar otra denuncia demente de otro de nuestros súbditos. Porque sí, la historia comienza con un señor que escucha la letra, le molesta y en lugar de apagar la radio, vivir y dejar vivir, se le ocurre denunciarla ante alguien con poder para prohibir su emisión. Y lo que es peor, estos le dieron cancha a la absurda acusación.
La canción trata de lo fácil que tienen algunos oficios (grupo musical de éxito, por ejemplo) el ganar dinero en abundancia en contraposición con otros trabajos más duros en los cuales el salario es infinita y obscenamente más pequeño. Y nada más. La canción no es que sea ofensiva, si no que es todo lo contrario: una auténtica autocrítica al mundo regalado donde Mark Knoppler y su grupo vivían ya en aquel lejano 1985. Por tanto es de agradecer que ellos mismos fueran conscientes de que por tocar unas guitarras les consideraran pseudo-dioses y que existían personas que trabajaban de sol a sol instalando cocinas y cargando pesadas neveras (como dice la canción) donde enfriar sus caras botellas de champagne francés.
Como dijeron irónicamente hace ya unos años un grupo de punk español a los cuales si el señor canadiense les echara el oído se caería ipso facto redondo al suelo sufriendo espasmos y convulsiones varias: “Es increíble cómo resulta el sistema / os felicito y os doy mi enhorabuena”. Tras lo cual acababan su correcto pareado con un sonoro y dedicado eructo.
“…Tocas la guitarra en la MTV / eso no es trabajar…/… consigues dinero por nada y chicas gratis…”
Salud y hasta pronto.
Torremolinos, 17 de enero de 2011
Totalmente de acuerdo. Eso.
ResponderEliminarpoliticamente correcto......aaaa estoy un poco cansado de que me digan "no digas eso que no es politicamente correcto" o "no hagas esto otro que tampoco es politicamente concreto". estoy bstante cansado de que la politica se meta en lo que debo o no debo hacer, decir o ya mismo pensar!
ResponderEliminarJuan, lamentablemente creo que también se meten ahí, en tu pensamiento. Pero creo que en ese terreno todavía estamos a tiempo de rechazarlos.
ResponderEliminarRock and roll
La censura en la música a existido siempre lo único es que ahora se acentúa y empieza a ser un terreno en el que cualquier pelamangos puede presentar una queja y lo peor es que con criterios estúpidos son admitidas por quienes dominan los cotarros y quitan de circulación canciones con sentido y significado por obscenas inadecuadas o supuesta mente sexistas permitiendo que las radios programen basura con letras vacías y mucho mas censurables que animan a la población especialmente joven a ser guapos , estúpidos y vivir como consumidores de sexo , coches y un montón de absurdeces . A la Mier... la corrección política Salud y Rock .
ResponderEliminarYo no lo hubiera dicho más claro, Kahin
ResponderEliminar